Akelarre

La luna llena producto de la magia
Del amor celestial corre por la vereda de la mente
El viejo roble del monte de las brujas
Vuela por el cielo estrellado como alcon herrante, como alma demente
Las viejas brujas rezan canticos al aire
Con miles de notas al aire, cerca del río, lejos de la gente
Imbocan al diablo de las malvas ensangrentadas,
Los tulipanes se vuelven negros entre el misterioso ambiente
Viejas tradiciones queman la cordura en el fuego de la magia
Mientras el viejo tambor de la vieja mujer hace de aliciente
El cielo azabache como el alma del diablo prende el fuego
De su sonrisa petenera junto al craneo del chivo ardiente
La vergüenza corre entre el cielo del fuego
Que quema al que de nada se arrepiente
La noche de San Juan se celebra ante el fuego de la vida,
Ante risas y cantos en los que el ronco tambor del alma yace cadente
Comienza la cacería, la juventud de la noche se sonroja a las sombras
Del letargo de aquel joven criajo que corría tras el fuego valiente
Las brujas entre el aire del mal y el infierno volador sacan las dagas
De su lengua afilada y corren al son del mal en busca del joven inconsciente
El joven llora tristemente al saber que llega su fin, como río de aguas
Turvias que viajo al mar a contracorriente
Las brujas se enalzan al joven apagando la luz de su triste
Sonrisa metal intermitente
Las brujas matan poco a poco al joven mientras sus lagrimas
Apagaban el fuego como el espiritu del vino incandescente…

Oh noche vasca de misteriosas
Leyendenas milenarias, noche de brujas y de amor desesperado
Lágrimas de sangre los cuchillos de las brujas del misterio
Vengativamente an tallado
Sale el demonio del fuego junto a la oz, totalmente enzarzado
Cautiva el alma herrante de las brujas con un cantico desarmado
El diablo se hizo polvo, y las brujas ceniza del fuego del diablo malvado
Un cuerpo muerto de joven, cenizas de bruja, la cacería a terminado…