El coche suavemente
se desliza por la carretera
las amapolas, tan efimeras, tan solas
saludan a mi alma con sonrisa ceremoniera
Los cardos rozan suavemente mi corazón
abriendo heridas entre su mente traiccionera
La luna-de plata- guía mi alma hacia el estanque
de la alegría haciendo de luz primera
La estrella herrante gitana saca su voz mágica
al cante jondo luciendo suavemente su triste petenera
La brisa nocturna de verano acaricia suavemente
las puntas de mis dedos con su esencia severa
La tristeza en el asiento trasero de mi coche
me complementa haciendo de mi compañera
Mi mente enamorada llega al suave río de Villalaco
usando las nobles tierras aradas por los jornaleros como frontera
Mi corazón bombeando entre latidos de anhelo
usa el telar de mis venas como bandera...
Vuelvo a Villalaco
con lágrimas en mis pupilas
Vuelvo a Villalaco con las lágrimas
de mis pupilas entre su siseo intranquilas...
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