Hoy la ventura se ha despertado desnudajunto a mí abrazada a mis sueños de casta pura
No le quedaban argumentos ni ilusiones y junto
al frío mañanero me trajo el trasiego que portan sus venas
En ese momento dejé sentir el agasajo que me dio la soledad
y todos los hachazos que anteriormente me propinó la cruda realidad
El rocío se coló por mi ventana rezagando a las sonrisas
que me evidenciaron los ruiseñores cuando canté peteneras de livianas en el elixir de los cuatro vientos...
Puede que este poema no sea cándido para
más de un soñador de soñadores
Pero hoy mi alegría se refleja en papeles blancos,
tan blancos como la luna llena en una noche de invierno...
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