La armonía de su rostro se plasmaba en el aire
alternando sonrisas y carantoñas
El letargo que derramaban sus ojos ganó el pulso
del amor a mi sentido común llenando de alcohol mis sentimientos
El mundo entero resoplaba ventoleras de envidia al vernos
cultivar amor por todos los rincones que pueblan tu corazón
Las estrellas tocaban aquel vals mientras tú sonreías y
dejabas que el tiempo se esfumara rozando el elixir de tus labios
Las navajas cruzaban aquel amanecer al filo del amor
que se esfumaba por la vereda de la noche...
Pero al despertar no recordaba nada
tu cara tan solo era el humo que alegre se marchó dando tumbos
Pero al despertar tan solo quería silenciar
mis preocupaciones y volver a probar la droga tan dura que es tu dulzura
Pero al despertar los arrabales de la ciudad fueron los testigos mudos
de nuestro amor pasajero...
Pero el fuego de la esperanza sigue vivo...
y mientras viva siempre soñaré contigo...
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